Parece una noticia que no debería sorprender pero lo hace. Más al conocer el contexto y los tiempos. La selección brasileña va a jugar la Copa América que se disputará en su país, ha señalado el medio brasileño GloboEsporte.
¿Qué ha pasado durante los últimos días para que se piense incluso en una selección alterna y un nuevo técnico? Ha sido principalmente por la negativa inicial de los jugadores brasileños de jugar la Copa América. Ellos sienten que no se debería realizar en dicho país, donde la pandemia del Covid-19 ya ha cobrado casi medio millón de víctimas.
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Si Colombia anunciaba que quería postergarla ‘por no poder contar con público’, cuando en realidad era por las manifestaciones diarias que ocurrían en el país y Argentina señalaba que no podía albergar el torneo por la situación sanitaria, Brasil fue lo contrario. Jair Bolsonaro, presidente de dicho país, aceptó el pedido de Conmebol de organizar el torneo.
También fueron opciones Chile y Ecuador, incluso Paraguay. Estados Unidos parecía una buena oportunidad porque puede ingresar público pero todo era difuso. Hubo una reunión en Conmebol con todos los presidentes y Alejandro Domínguez, el mandamás de la institución, contactó a Bolsonaro.
Después de algunos días donde hubo polémica porque desde el Congreso se mostraban en contra y varios gobernadores señalaron que no podían ser sedes del torneo, todo siguió avanzando. Y eso también molestó a los jugadores brasileño.
Clara postura de la selección brasileña
“No podemos hablar de ese tema, todo el mundo sabe cuál es nuestra postura. No vamos a hablar de eso… nuestra postura todo el mundo la sabe. Más claro, imposible. Tite dejó claro para todo el mundo cuál es nuestra posición”, dijo Casemiro, capitán de la ‘Canarinha’ luego de ganarle 2-0 a Ecuador el viernes pasado.
“Queremos expresar nuestra opinión después del partido contra Paraguay. Son todos los jugadores, con Tite. Todos juntos”, cerró su participación.
La posición es que se mostraban en contra de que el torneo se dispute en su país. Incluso señalaron que no iban a jugar el torneo. Tite los respalda. Pero no la Confederación Brasileña de Fútbol.
Sin embargo, Rogerio Caboclo, presidente de la CBF fue separado del cargo por 30 días luego de una denuncia de acoso sexual y moral por parte de una empleada de la entidad.
Él había ya buscado una solución si se negaban en jugar el torneo: convocar a una selección alterna y que Renato Gaúcho reemplace a Tite. Los medios brasileños ya anunciaban esta fórmula.
Cambio de posición: a rodar la pelota
Sin embargo, GloboEsporte ha señalado este lunes que los jugadores, a pesar de estar en contra de la organización del torneo, finalmente van a participar.
En parte, lo que fue comentado por algunos como un posible ‘boicot’, se fue diluyendo porque hablaron con otros planteles. En el caso de Uruguay se mostraron de acuerdo en no jugar pero del resto no hubo mayor respuesta.
A los jugadores les molestó que no se les comentara que el torneo se iba a jugar en su país. Incluso los jugadores sugirieron que se disputen los partidos pendientes de eliminatorias que no se pudo jugar en marzo.
Un punto importante para finalmente jugar, es que la Copa América será una de las últimas oportunidades para que la selección brasileña completa pueda estar junta.
Mientras tanto, mañana Brasil visita a Paraguay en Asunción, buscando alargar su racha. Lleva cinco triunfos en la misma cantidad de fechas de las eliminatorias sudamericanas.