Manchester United debía enfrentar a su clásico rival, Liverpool, el domingo en Old Trafford. Sin embargo, unos 200 hinchas de los Diablos Rojos invadieron el estadio y lanzaron bengalas contra el palco oficial de los dirigentes. Primero, el partido se pospuso. Luego, se suspendió, por lo que Manchester City deberá esperar para ganar la Premier League.
La protesta estuvo direccionada a la familia Glazer dueña del Manchester United. Dos horas antes del horario del partido ya habían empezado los incidentes, que no cesaron.
El recorrido de las protestas de los hinchas de Manchester United
Antes de dirigirse al estadio, los hinchas de los Diablos Rojos, habían empezado temprano. En el Lowry Hotel, donde el primer equipo descansaba antes de jugar, se apostaron unos mil aficionados para protestar.
De allí, los hinchas se trasladaron al estadio. Se juntaron otros miles de aficionados y unos 200 violentaron las vallas de seguridad para ingresar al campo de juego.
Portaba bengalas, pancartas y objetos contundentes que arrojaron al palco oficial. La protesta llegó al Munich Tunnel, abajo de la tribuna Sir Bobby Charlton. Permanecieron allí buena cantidad de minutos gritando lo que decían sus pancartas: “Queremos a Glazer afuera”.
La bronca contra la familia Glazer no es nueva. El enojo con los estadounidenses lleva varios años, pero cobró mayor fuerza cuando anunciaron la incorporación de a la malograda Superliga Europea.
“Tras hablar con la policía, la Premier League, el ayuntamiento de Manchester y los clubes, el partido contra el Liverpool se ha pospuesto debido a las preocupaciones por la seguridad después de las protestas de hoy”, se leyó más tarde en un comunicado redactado por el United.
Manchester City deberá esperar para ser campeón de la Premier League
Más allá de la suspensión del juego entre el United y Liverpool se vio perjudicado Manchester City. El sábado, había derrotado 2 a 0 al Crystal Palace.
A falta de 4 fechas, le había sacado 13 puntos a su escolta, el Manchester United. Si el Liverpool derrotaba a los de Solskjaer, el City hubiera podido celebrar otra Premier League. Ahora, deberá esperar.